Gracias a Iberobike y Orbea, he podido probar durante un mes una Orbea Oiz, concretamente el modelo M20. Después de haberla exprimido a fondo, os traigo las conclusiones que he obtenido.
La Orbea Oiz se trata de una bicicleta tipo racing, pero sin ser la típica rompe-riñones que te manda al fisio después de cada salida.
Su geometría XC la hace adecuada para casi cualquier prueba a la cual la decidamos someter, pero antes de seguir dando conclusiones, prefiero analizarla paso a paso:
Los materiales
El cuadro monocasco, está fabricado en fibra de carbono, lo que la convierte en una máquina super ligera, gracias a lo que se consigue una aceleración brutal.
Todas las bicis Oiz se comercializan únicamente con cuadro de carbono. El de la M20 en concreto, está fabricado en carbono OMR, es decir Orbea Monocaque Race, donde se han usado las fibras con mayor grado de resistencia de torsión y compresión que Orbea Fabrica.
La geometría
Cómo he comentado antes, se trata de una XC Geometry, donde han acortado las vainas, reducido la distancia entre la entrepierna y el tubo horizontal o estudiado a fondo los ángulos, creando un monstruo capaz de cruzar a gran velocidad y con una estabilidad que asombra tanto por los senderos más tortuosos, cómo por los trazados más técnicos.
He sentido en mis propias carnes esa necesidad de llegar a una zona complicada y apretar a tope, zigzagueando con la bici por senderos de lo más revirados.
Las ruedas
Orbea no se ha dedicado a crear una bici de 29″, encajando ese diámetro de rueda en cualquier cuadro, sino que ha elegido la medida más adecuada para cada talla.
La Oiz se comercializa en 27,5″ en las tallas S, M y L, mientras que las de 29″ se encontrarán en los cuadros M, L y XL.
Esta decisión deja claro que Orbea no ve adecuadas las ruedas grandes en tallas pequeñas o que una persona grande rendirá más con la medida de 29″.
El modelo M20, viene de serie con las ruedas DT Spline X-1700 TLR 15/100mm CL, aunque el modelo de prueba que me han dejado trae las increíbles Mavic CrossMax SL, disponibles como extra. Eso sí, el sobre coste es de 462€
Los neumáticos
Trae de serie son las polivalentes Maxxis Ikon 2.20″ TLR 120 TPI 3C Exo, que con sus 590gr, las hacen el complemento ideal para seguir conteniendo el peso del conjunto, sin perder eficacia.
Su gran balón, las hacen ideales para casi cualquier terreno, destacando en los polvorientos y secos. En planchas de roca, también se defienden perfectamente.
El grupo
En este apartado tenemos un gran popurrí de categorías. El desviador y los mandos de cambio son SLX, mientras que los platos (28×38) y las bielas son XT.
El cambio trasero es donde han echado la casa por la ventana. Trae un flamante Shimano XTR M989 Shadow Plus. De esta manera se consigue tener la cadena bajo control en los senderos más accidentados y finura a la hora de subir y bajar piñones (HG81 11-36 10-Speed).
Las suspensiones
El amortiguador y la horquilla son Fox CTD de 100mm, con recubrimiento Kashima. A primera vista puede parecer escaso, pero con un correcto ajuste del SAG, aguantan bastante más de lo que pueda parecer.
Viéndome en el compromiso de llevarla al límite, la he metido por caminos muy bacheados, con grandes escalones y auténticos pedregales. El rendimiento ha sido alucinante. Acostumbrado a la Occam, que trae Fox de 120mm en ambas suspensiones, en la Oiz, no he echado en falta más recorrido.
Además de hacer los descensos más llevaderos, las suspensiones Fox, junto a las ruedas de 29″ han hecho posible que pueda salvar subidas cortas y verticales en las cuales me suelo tener que bajar por perder la tracción.
Me atrevería a decir que estas suspensiones están preparadas para superar cualquier prueba que vaya desde el rally-maratón hasta el XC más puro.
No se me puede olvidar comentaros que traen un mando remoto CTD, gracias al cual podremos poner ambas suspensiones en cualquiera de las tres posiciones (climb, trail o descend) sin soltar la mano del manillar.
Los frenos
Este apartado es el que más flojillo me parece. Trae unos SLX 180mm/160mm, los cuales, en las bajadas más radicales se han mostrado cortos para detener la bici. Al menos han permitido una retención correcta, gracias a la cual he podido trazar sin salirme del camino.
Ya os he comentado, que me he dedicado a investigar todos los puntos fuertes y débiles de la bici, así que al intentar ver su comportamiento con un disco más grande detrás, es decir, uno de 180mm, he encontrado un detalle que no me ha gustado mucho.
La situación del freno trasero es el interior de la vaina trasera, concretamente en el ángulo interior que se forma entre la vaina y el tirante, lo cual hace difícil manipular con una llave Allen el freno, sobre todo si le colocas un adaptador de 180mm.
Digamos que viene optimizada para funcionar con un disco de 160mm atrás y si amplias el tamaño, prepárate para sudar un poco cada vez que quites la rueda y necesites ajustar la pinza para quitar ruidos o roces con el disco.
Otro punto que tampoco me ha gustado, es que en la parte trasera no tiene eje pasante, sino que la rueda se suelta «como toda la vida», aflojando el cierre rápido y colocándola sobre los soportes.
Las manetas de cambio que trae son las SLX M670 I-Spec, es decir, las que van enganchadas a las de freno, por lo que si decides comprar o poner otros frenos más potentes, asegúrate de que son compatibles.
Pedalier y dirección
Por motivos rendimiento y sencillez, han utilizado el eje pedalier Press Fit, el cual se inserta a presión en el cuadro hasta que las cazoletas encajan en el borde exterior de la caja. Dispone de unas fundas de nailon que evitan el barro o la arenilla, reduciendo considerablemente la posibilidad de chirridos .
La dirección es FSA 1-1/8 – 1-1/2″ Integrated. Salvo que es muy fina y sensible, poco más os puedo decir sobre ella.
Tija, potencia, manillar y sillín.
Este grupo es de la marca Race Face de aluminio, por lo que podría ser uno de los puntos para poder aligerar sensiblemente los 11,5kg que presenta todo el conjunto, con pedales Shimano PD-M520.
El sillín es un Selle Italia SL XC Flow, el cual se muestra bastante cómodo y gracias a su agujero prostático, las zonas bajas no se resienten.
Conclusiones
Los que me conocéis, sabéis que soy un ferro defensor de las bicis de 26″, pero reconozco que la Orbea Oiz me ha sorprendido muchísimo. Pensaba que un mamotreto de 29″ se mostraría torpe y pesado, pero ha sido todo lo contrario.
La he manejado con una facilidad que asusta, por no hablar de la ventaja que es su ligereza.
La zona de pruebas ha sido un recorrido de 98 km y 1400m D+, que incluye 60 km de llaneo (30 ida y 30 vuelta) y 38 km en los que atravieso la Sierra de Badaia de sur a Norte, donde las zonas técnicas, los descensos duros y repechos no escasean.
Esa ruta la he conseguido hacer con la Occam en 5h 26min y en el primer intento con la Oiz, bajé ese tiempo en 21 minutazos!! eso que me paré para grabar un poco y sacar unas fotos.
Me he esforzado mucho durante estas pruebas para dejar en evidencia a la Orbea Oiz y poder seguir defendiendo a muerte las 26″, pero reconozco que no me ha sido posible.
He podido comprobar que se trata de una bici que exige, pero si le das lo que pide, te responderá de igual manera.
Rau li to
Otro que va a caer jajaja, muy buen review de un buen pepino de bicicleta 🙂
Yo también era aférrimo de las 26 hasta que le he dado caña de la buena a la 29 y no me ha decepcionado nada de nada, aunque ojo, me gustaría hacer alguna ruta con una 26.
Y estéticamente preciosa, se ve que has gozado jeje
Un saludo
pedalesyzapatillas
Aupa Tocayo!!
la verdad es que cada bici que pruebo, me flipa más. Me gustó mucho la Giant Trance 27,5" y la Oiz 29" me ha flipado.
Quiero probar alguna más antes de decidirme por definitivamente por una medida de rueda u otra, aunque de momento, 29" va ganando 😉
Russell
Grande!!! Muy grande esta review!! Mila esker!!!
Un saludo!!
pedalesyzapatillas
ez horregatik, mutil! 😉