El pasado 15 de junio, sábado, se celebró en Santa Cruz de Campezo la 2ª edición de ésta titánica prueba BTT: La Eusko Bike Challenge Non Stop 2013.
El recorrido busca las alternativas más “puras”, huyendo de pistas o caminos asfaltados, dando como resultado un recorrido de 126 km con casi 4000 metros de desnivel, de los cuales 93 km son senderos puramente de montaña, 30 km por pistas forestales y 3 km de asfalto.
Después de haber completado Los 10.000 del Soplao en 14 horas 45 minutos, me hizo tener hasta pesadillas pensando en cómo iba a afrontar ésta bestialidad, sobre todo porque tras la prueba popular BTT de Los montes de Gasteiz, que se celebró el 2 de junio, tenía la rodilla derecha para pocas historias. De hecho la semana posterior a esa marcha tuve una sobrecarga del tendón rotuliano que me impedía incluso caminar, por lo que…de pedalear por el infierno de Dante, ni pensar!! Sólo se me pasaba por la cabeza el ceder el dorsal para que pudiera aprovecharlo alguien.
Me puse en contacto con Paco, de FisioAraba (Plaza Ignacio Aldekoa, 4, Vitoria-Gasteiz, 945 15 17 31) quien, mediante la técnica de la electro acupuntura, consiguió mitigar el terrible dolor y en dos días fui capaz de hacer 30 km en la bici de Spinning, pero sin pasarme con la carga. El miércoles 12 de junio me hizo una segunda sesión de esta técnica, gracias a la cual el sábado 15 me encontraba junto a mi compañero de penurias en Santa Cruz de Campezo, listos para enfrentarnos a lo que nos venía encima.
La salida la realizamos con tranquilidad, ya que la experiencia es un grado y estas carreras se ganan básicamente con la cabeza (ya sea por pensar o por tenerla muy dura…jaja).
Una característica de la prueba es que se comienza subiendo el Yoar, un monte de algo más de 1400 metros de altitud, sin anestesia. Este monte me lo tomé con toda la calma posible, ya que la rodilla, aunque mejorada, estaba muy tocada. De hecho llevaba las dos rodilleras rotulianas para dar un poco de respiro a mis maltrechas articulaciones.
Sobre el kilómetro 6, ni la magia del físio fue suficiente, y dependiendo del ángulo del pedaleo me daba unos calambres que me hacían saltar las lágrimas. Por fin conseguimos llegar al repetidor y nos encaminamos por el sendero de la izquierda, el cual era una auténtica pista deslizante, ya que es barro muy prensado, pero 6 meses de lluvias consecutivas…son un ingrediente peligroso.
La mayoría de los tramos los hacíamos andando, ya que cuando no era el barro, eran unas piedras que le quitaban a uno las ganas de probar la dureza del suelo. Hubo gente que le echó un “par de ruedas” y nos dieron una lección de cómo se baja por el monte (un saludo Urko!!!).
Después del angustioso peregrinar, cresteamos y ciclamos por senderos muy divertidos, aunque con tramos peligrosos. Reconozco que las vistas que nos ofrece esa zona merecen la pena el esfuerzo, así que la sonrisa la llevábamos todos en la cara.
Con mayor o menor gloria, bajamos nuevamente a Santa Cruz de Campezo, donde miro el cuenta kilómetros y casi me da un paro cardiaco!! Habíamos tardado 3 horas en hacer 18 kms!!! Otra vez recibí un fuerte golpe de realidad, el cual me puso en mi sitio y valoré por primera vez la idea de que tal vez no llegaríamos al corte. Ahí es donde estuve charlando con Javi, amigo de Urko (el loco del Yoar), los cuales pertenecen al club «Pro Evasion Bike BTT», y me preguntó a ver si era el del blog Pedales y Zapatillas. Eso me hizo bastante ilusión, porque veo que a la gente le gusta lo que hago y eso siempre te da una inyección de motivación.
Un deambular más o menos llevadero nos dejó en el avituallamiento de Antoñana, donde estaba esperándome Jorge, quien había ido más ligero (hay que ver cómo anda este chaval!!).
Nuevamente juntos pusimos rumbo a la aventura, que más bien se convirtió en desventura, aunque no voy a adelantar acontecimientos.
Pasamos por San Román de Campezo, viendo una panorámica del pueblo y de la famosa Muela de San Román, para girar a la izquierda por el pueblo y encaminarnos hacia Corres (Korres). El camino era una mezcla entre rompe piernas y masoquismo, aunque los que nos dedicamos al BTT estamos acostumbrados, de hecho…por raro que parezca, es lo que nos va.
En el descenso hacia el parking que está debajo de Corres, nos separamos nuevamente Jorge y yo, ya que yo bajo como un abuelito y él…como una bala. En una zona “dudosa” me vuelvo a encontrar con Javi, y nos aventuramos por un camino lleno de maleza el cual yo conocía de una vez que hice una excursión a pie por allí, y bajamos directamente a la verja que evita que se escape el ganado, y de ahí seguido al pueblo de Corres, donde esperaba que estuviese Jorge, pero no fue así. Allí no estaba, y lo peor de todo…es que en esa zona no había casi cobertura, así que localizarlo por teléfono era imposible. Tras un largo rato esperando, unos chicos me confirmaron que había uno esperando algo más atrás de la verja por donde habíamos bajado nosotros…así que como no hubo más remedio, tuve que retroceder e ir a buscarlo. Sinceramente, podría haber ido antes, pero la pedazo cuesta de cemento que hay para subir a Korres, me hizo tener la esperanza de verlo aparecer por allí, pero no fue así.
Una vez reencontrados, volvimos a la fuente del pueblo para que se lavase un poco, ya que el loco éste se había caído en una trialera y estaba lleno de sangre. Los 50 minutos que perdimos en este punto, sabíamos que los íbamos a pagar más adelante.
El tramo que nos separaba del segundo avituallamiento, el de Urturi fue una auténtica pesadilla, no era posible hacer 100 metros seguidos sin caer en una trampa de barro. El terrible invierno ha convertido la zona en un auténtico lodazal. Tanto que incluso creo haber visto a Shrek disfrutando de un baño de barro por allí.
El esa zona nos pasó casi de todo, pero lo peor es que nos acribillaron los bichos, y a mí me picó incluso una abeja a través del guante. Reconozco que este tramo nos minó mucho la moral. Además con el barrizal fui un par de veces al suelo, pero sin grandes consecuencias.
Finalmente llegamos a Urturi, donde nos encontramos al resto de componentes del Club de Ciclismo Virgen de Ayala-Dulantzi que participaban en la prueba, y donde haciendo uso de la lógica, se retiraron de la prueba, ya que llevábamos 7 horas para hacer 65 kilómetros!! Pese a sus consejos, decidimos seguir. Reconozco que no somos unos ciclistas muy allá…pero la cabeza la tenemos como el hormigón armado y mientras nos quede algo de energía, peleamos!
Nos separamos del grupo y seguimos nuestro deambular bastante ligeros, ya que era la única manera de tener la esperanza de llegar al corte y eso nos pasó factura. Más pronto de lo esperado tuvimos que hacer uso de nuestro amigo el “Redbull”, que solemos dejarlo para el final, como una pequeña inyección para terminar las pruebas en las que llegas al límite.
Hubo un momento en el que nos sentamos en el suelo a descansar un poco y cambiar de posición, y nos quedamos en silencio mirando el valle que se abría ante nuestros ojos…y creo que fue el momento en el que nos dimos cuenta de que nos iba a ser casi imposible llegar a Santa Teodosia antes de las 19:00.
En este tramo fuimos cogiendo a varios ciclistas, por lo que la motivación volvió nuevamente. Lo malo vino justo antes de bajar del alto hacia Maeztu, donde Jorge se volvió a caer, golpeándose duramente la mano que tenía muy dolorida e hinchada de la caída antes de llegar a Corres.
Con un buff que usé en la Maratón de Monegros 2012 le intenté hacer un vendaje de emergencia y le puse mi guante integral para que llevase la mano más sujeta en el descenso, porque nos encontrábamos un tanto lejos de la civilización.
En ese transcurso nos cogió un chico que organizaba la marcha “Pedales de hierro” y el “bici-escoba”. Con esta compañía iniciamos el descenso hacia tierras más bajas, ya con las esperanzas de terminar la Eusko Bike disipadas. El agotamiento era patente, además la mano de Jorge estaba un tanto “negra” y al fin y al cabo…el lunes había que ir a trabajar, que no somos profesionales de ésto.
Las fuerzas estaban tan justas que en una pequeña herradura me fui al suelo, pero de la manera más ridícula. Las risotadas de la grupetilla que habíamos formado lo confirmaron, soy un torrrpeeee!!! Ja ja ja…
A eso de las 17:45 llegamos a Maeztu y por mucho que nos pesase, era imposible que llegásemos al corte de las 19:00.
Recogimos la poca cordura que nos quedaba y recorrimos los 11 kilómetros que nos separaban del punto de partida, haciendo un total de 96 kilómetros en 11 horas y 22 minutos.
Una vez allí no me quité las gafas ya que tenía el ánimo muy bajo y se me escapó incluso algún lagrimón por no haber sido capaz de finalizar esta prueba.
Somos gente que llevamos poco tiempo andando en bici (en septiembre hará dos años desde que empezamos), y a medida que vamos superando objetivos, vamos subiendo el nivel de los retos, pero esta vez…creo que el listón estaba un poco alto, y no íbamos en las mejores condiciones físicas ni mentales. Además, el dato proporcionado por la organización de que la marcha la terminó el 40% de los que tomamos la salida, es buen indicador de la dureza que entraña la Eusko Bike. Lo importante es quedarse con la experiencia vivida y con la gente tan fantástica que conocimos. Eso si…para el 2014 tenemos un único objetivo fijado y es ser finisher de la Eusko Bike Challenge 2014!!
No quiero finalizar el post sin mandar un fuerte abrazo a “Vicen”, a quien le fue imposible venir a la prueba por encontrarse bastante pachucho y sin felicitar a Javier Ciriaco y Mikel Marin, dos compañeros de aventuras que salieron junto a nosotros y, pese a no ser finisher, llegaron bastante más lejos que nosotros.
Si no os he hecho desistir de esta locura y aún así queréis intentar la ruta, podéis descargarla en Wikiloc.
¿Has participado en la edición 2013 de esta prueba?¿Qué opinión te merece?
Ibilbideak
Zelako erronkak hartzen dituzunak…
Bakarrik %40ak bukatu zuela? Ez nuen imajinatzen hainbesterako izango zenik…
Eta bakarrik bi urte daramatzula bizikletaz ibiltzen? Hori bai sorpresa…
pedalesyzapatillas
Bai Mikel…begira ze nolako arazotan sartzen garen…jaja. Hurrengoan bai!!
javi
Animo Raul, seguro que para el año que viene lo acabais fijo, espero que ahora des un respiro a las rodillas. Buena crónica. El video me ha encantado, es de estos que hay que mostrar para que la gente se haga una idea de como es en sí una marcha, lo pongo en mi blog. Un saludo.
pedalesyzapatillas
Gracias Javi! Cuando se hace un video resumen hay que procurar que aparezca lo bueno y lo malo, para que el que esté valorando ir, sepa a lo que se enfrenta y lo haya lugar a engaños. De hecho…hay zonas que eran tan malas, que no las pude ni grabar, como el tramo antes de llegar a "La dormida", donde íbamos porteando la bici por un sendero infernal…jaja
David
Enhorabuena por tu crónica. Este año Izki ha sufrido un duro invierno, como en muchos sitios, y el barro hizo que la ruta fuera muy dura. Una pena que no pudieras acabar, el año próximo será otra cosa.
De todos modos ánimo a todo el mundo a venir a Izki a disfrutar de la btt.
Saludos
pedalesyzapatillas
Gracias por tu comentario David, siempre son bien recibidos. Por un lado me da pena no haber podido terminar, más…después de estar haciendo cálculos, y…tal vez si, pero como todo en la vida, hay que tomar una decisión, y en el momento, fue la acertada.
Además, si lo hacemos todo este año…que motivación queda para el próximo! jajaja.
Yo tambien animo a todo el mundo a que conozca Izki desde la perspectiva de una bici, porque es un sitio increible!!