El año pasado debí portarme bien ya que los Reyes Magos leyeron el artículo «Qué regalar a un a un ciclista de montaña por Navidad» y me trajeron una mochila de hidratación Camelbak MULE.
Después de un uso intenso durante estos meses, os puedo mostrar pros, contras y dar una opinión general sobre esta superventas en el sector de las mochilas de hidratación.
Características
- Capacidad Total: 9 L de carga + 3 L de líquido
- Dimensiones: 46 x 21 x 27 cm
- Peso: 610 gr
- Arnés: Suspensión Independiente con malla 3D ultraligera
- Material: Rain Cover (Impermeable)
Los Bolsillos
Bolsillo multimedia
Se encuentra en la parte superior de la mochila y está pensado para llevar el teléfono o un mp3. Al cerrar la cremallera se puede sacar el cable para los auriculares y llevar nuestra propia banda sonora en cada salida (ojo, está prohibido ir en bici por carretera con auriculares puestos). Es bastante holgado, por lo que viene bien para meter llaves, un paquete de cleanex o cualquier cosa poco voluminosa que queramos tener a mano.
Bolsillo grande
Es un bolsillo «diáfano», es decir, sin ningún tipo de departamento ni enganche. Es de gran volumen y podemos meter ropa de abrigo, un chubasquero o cualquier cosa que ocupe mucho.
Bolsillo organizador de herramientas
Se trata del bolsillo mas externo y está lleno de separadores y rejillas. Su uso está pensado para llevar herramientas y demás utensilio. Es bastante grande y cabe todo lo que puedas necesitar e incluso algo más. Yo suelo llevar bomba, 2 botellitas de CO2, multillave, parches, desmontadores, eslabones rápidos, mechas para tubeless, cámara, mini botiquín, bridas, pastillas de freno, cortauñas (muy útil para sacar pinchos, cortar bridas y estar siempre aseado…jejeje) y aún me sobra sitio!
Bolsillo casco
Se trata de un bolsillo abierto donde se puede llevar el casco o cualquier cosa que no nos importe llevar sin cerrar. Mi casco no me entra con holgura, por lo que lo suelo llevar fuera del bolsillo. No se cae gracias a unos prácticos ganchos pensados para sujetar el casco por las cintas de ajuste. El ancho del bolsillo se puede regular mediante unas cintas y enganches.
La Hidratación
La capacidad de carga de agua de la CamelBak MULE es de 3 litros y se hace a través de la característica vejiga ANTIDOTE, una bolsa muy estudiada donde el líquido se reparte muy equitativamente, siendo muy estable y para nada molesto en su transporte. Para su llenado cuenta con la tapa Quick-Snap, cuyas características son boca ancha y que se abre con 1/4 de vuelta.
Para beber, deberemos presionar o morder la boquilla Big Bite, la cual nos proporcionará un buen trago de agua sin tener que chupar muy fuerte. Una vez soltamos el tubo, se acoplará fácilmente en su sitio gracias al atrapa tubos magnético.
El ajuste
La mochila cuenta con dos tirantes anchos y dos cierres, uno en la cintura y otro en el pecho, los cuales garantizan que no se nos vaya a mover durante la ruta.
Todas las cintas son ajustables y cuentan con unas gomas para sujetar el trozo de cinta sobrante.
La parte que va en contacto con la espalda es bastante rígida, algo que se agradece, ya que evita que se deforme la mochila y la mantiene estable. También cuenta con ventilación cruzada, para que la espalda no nos resude demasiado.
La limpieza
La mochila
Debemos evitar meterla en la lavadora, por muy sucia que esté, ya que su tejido Rain Cover se estropearía y perdería la garantía. Con paciencia, debemos pasarle un paño húmedo o en caso de estar llena de mugre, sumergirla en agua tibia y lavarla a mano.
Bolsa Antidote
Debemos evitar dejar líquido dentro entre salida y salida, ya que las bacterias harán de tu bolsa de hidratación su aquapark. Venden un kit específico para su limpieza (Cleaning Kit), pero yo personalmente utilizo agua, jabon y estropajo, ya que su boca ancha permite meter la mano hasta el fondo. Después se recomienda echar unas gotas de lejía o dos cucharadas de bicarbonato, llenarla de agua y dejar una hora antes de aclarar. No olvidemos llenar el tubo y la boquilla.
El tubo y la boquilla suelen generar moho, por lo que es recomendable limpiarlos exhaustivamente con algún cepillo flexible, alambre o cordón, para arrastrar bien toda la porquería.
Además de poder desmontar todas las piezas para una correcta limpieza, la tapa cuenta con dos enganches o pestañas móviles que posibilitan dejar la bolsa ahuecada facilitando su secado.
Conclusiones
La mochila de hidratación Camelbak MULE es un complemento imprescindible para cualquier biker que realice rutas de duración media-larga. Nos permite llevar todo lo necesario para un tiempo cambiante o cualquier cosa que podamos necesitar, sin necesidad de hacer malabares o inventos raros.
Yo antes utilizaba la mochila Camelbak LOBO, pero se me quedaba bastante escaso, teniendo incluso que apañarle un enganche extra para poder colgar alguna cosa de ahí.
Al principio pensé alternar ambas mochilas, dependiendo de la duración de la salida, pero me encuentro tan a gusto con la Camelbak MULE que la utilizo siempre, sin resultarme molesta ni aparatosa.
A este modelo de Camelbak le pondría dos «peros»:
- Echo en falta una cinta a la altura del hombro para sujetar el tubo de hidratación, al igual que tenía mi modelo anterior, el Camelbak LOBO. De esta manera iría más guiado por el tirante y no tan pegado al cogote del biker.
- Le vendrían de perlas unos pequeños bolsillos en las cintas de la cintura, como trae el modelo CamelBak MULE NV de 12l+3l, para tener algunas cosas más a mano, pero tampoco es algo que me quite el sueño.