El pasado 14 de septiembre volvimos a disfrutar una vez más de una de las pruebas más bonitas y que con más ganas espero de todo el calendario BTT, la VI BTT Abárzuza 2019.
Desde que me llamó Iban Etxague en 2017 para invitarme a la IV edición, me considero un fan incondicional de la prueba.
Después de una noche bastante lluviosa, la mañana del sábado salió sorprendentemente azul, así que el instinto nos indicaba que ese iba a ser un gran día para andar en bicicleta.
El recorrido
Sobre las 8:00 llegamos a la bonita población navarra y después cantidad de saludos, recogimos dorsales, preparamos las bicis y acudimos a la plaza de Abárzuza a la espera del cohete que daría inicio a la prueba.
Con muchas risas y pocos nervios, dimos la habitual vuelta al pueblo por los regadíos y después de volver a pasar por segunda vez bajo el arco de salida cogimos la Senda de Iranzu hasta cruzarnos con la carretera.
Unos metros por asfalto nos dejaron a los pies la senda de Izura-Ibiriku, una exigente subida de 2,5km que culmina en la Ermita de San Cristobal.

Durante el trayecto pude ponerme al día con mi gran amigo y miembro del Goierri BTT, Joseba, a quién tenía muchas ganas de saludar.
Al igual que el viento acumula las pelusas en las esquinas, nuestro ritmo natural nos llevó a formar una bonita grupeta formada por Joseba (Goierri BTT), Jorge (El Chileno Cyclist), Ma y Luis, dos compañeros PEB y el menda, of course.
A través de caminos viejos, algo rotos y con bastantes raíces nos adentramos en las entrañas de Urbasa (Lizarate).
El camino hasta el alto de Arantza, con sus continuos sube-bajas, nos hizo sudar la gota gorda, pero el pedalear por una zona rodeada de tanta mágia y misticismo hizo que el esfuerzo mereciera la pena.
Con mucha holgura hasta la hora de corte, llegamos al kilómetro 20 donde nos encontramos con el primero de los avituallamientos dispuestos a lo largo del recorrido.
Después de ponernos hasta las trancas de fruta y pastelitos nos lanzamos por el camino de Kresmendi hasta el siguiente punto de avituallamiento, apostado frente al buzón de Larraiza.

Os puedo asegurar que las vistas que ofrece esa zona hace que merezca la pena cualquier esfuerzo que pueda suponer llegar hasta allí.
Un pastelito, algo de beber, un porrón de fotos y seguimos por el corte que sube hasta la Peña Azanza hasta conectar con la senda que baja hasta el camino de Peña Lisa.
En ese punto ciclamos por una de las zonas más bonitas de las que he visto en toda mi vida. Se pasa por el fondo de un barranco, rodeados de imponentes columnas de piedra, rocas cubiertas de musgo, helechales y árboles viejos.
Trataría de explicar la tremenda belleza de ese tramo, pero si no lo has vivido, no creo que lo puedas llegar a visualizar en su totalidad.
De Peña Lisa viene una de las zonas más complejas de toda la prueba, 3 kilómetros de roderas y piedras sueltas en los que tuvimos que extremar la precaución.

En uno de esos pasos complejos Oscar (ROTAE Estudio Biomecánico) sufrió un accidente con otro biker y la consecuencia fue un corte muy feo en la rodilla. Después de hacerle una cura de urgencia que consistió en un torniquete hecho con un chaleco reflectante y una cámara de bici, el tío tuvo las narices de seguir con la ruta. Desde luego, hay gente hecha de otra pasta.
Ya se intuía el final de la prueba y casi podíamos barruntar el olor de la txistorrada y pancetada que nos esperaba en meta, aunque todavía nos quedaba el bonito tramo de los encinares de Eraul, muga con Etxabarri.
A partir de ahí, parcelaria y entrada como cohetes por el casco urbano hasta llegar a la misma plaza de la que habíamos partido 3h y 52m antes.
El VLOG
Conclusiones
La BTT Abárzuza es una de esas travesías de pueblo que se organizan con gran esfuerzo e ilusión por parte de todx lxs vecinxs de la zona para que lxs visitantes lo pasemos lo mejor posible y de verdad que lo consiguen.
Comenten fallos, como todo el mundo sólo que escuchan a la gente que va a visitarles y tratan de aplicar lo aprendido en las siguientes ediciones. Un ejemplo de ello es el haber evitado una alcantarilla que creaba bastante tapón y no aportaba demasiado al biker.
Otro punto que me han prometido mejorar para la siguiente edición es el tema del reciclaje, ya que en los avituallamientos había bolsas únicas para toda la basura generada, aunque me consta que hicieron a mano una selección de residuos antes de tirar la basura.
Durante la comida también hablamos de las cintas de plástico, aunque no les di mucho la tabarra ya que son cintas reutilizadas de otras ediciones, aunque para la siguiente BTT Abárzuza tratarán de utilizar cintas fosforito de papel reciclado.

Es voz populi mi admiración por la Sierra de Urbasa, por lo que mi adicción a la BTT de Abárzuza no es algo que pille por sorpresa a nadie, pero de verdad os aseguro que si acudís a la próxima BTT Abárzuza no os iréis a casa indiferentes y la sonrisa tardará tiempo en abandonar vuestro rostro.
Los Hellbiker ya estamos ansiosos por ver que nos ofrecerá la próxima BTT Abárzuza 2020, ¿Y tú?
¿Has participado en alguna BTT Abárzuza? ¿Qué opinas sobre la prueba?