Después de un año sin saber de ellos, los chicos y chicas de Araba Bike Mendi C.D. nos trajeron otro gran regalo en forma de Marcha BTT: la I Vuelta al Parque Natural de Urkiola
INTRODUCCIÓN
En 2017 tuvimos el privilegio de participar en lo que fue la primera y única Vuelta al Parque Natural del Gorbea, un acontecimiento tan exclusivo que cuando vimos que Araba Bike Mendi C.D. iba a organizar otro tinglado, no dudamos ni un segundo en apuntarnos.
Para esta marcha conté con la inestimable compañía de Josu Larrañaga, el Hellbiker que me acompañó en mil aventuras hasta 2016 y, después de 3 años de receso, ha vuelto al campo de batalla.
Pese a haber recogido los dorsales el día anterior, los nervios e incertidumbre que suponen una prueba nueva nos llevó a estar aparcados en la localidad alavesa de Legutio casi dos horas antes de la salida.
Preparamos todo con calma y cuando se fue acercando la hora subimos a la plaza del pueblo.
Tuvimos la oportunidad de saludar a cantidad de amigos y amigas que suelen salir de sus cuevas cuando se barrunta una movida de esta índole.
I VUELTA AL PARQUE NATURAL DE URKIOLA
Petardazo, música cañera y al unísono de las zapatillas encalando pusimos rumbo a lo que sería la gran aventura de 2019, la I Vuelta al Parque Natural de Urkiola.
Salimos de Legutio en dirección al puente que cruza el embales de Urrunaga y enseguida cogimos pista de monte.
El día había salido bastante bueno, pero por la noche había caído “la del pulpo”, rayos, truenos, centellas y una buena cantidad de metros cúbicos de agua habían dejado esos primeros kilómetros del recorrido interesantes.
No hubo grandes atascos, pero los resbalones por el barro y el terreno húmedo nos obligó a rodar con sumo cuidado.
El pelotón, formado por casi 350 bikers, para cuando llegamos al alto de Motxotegi (799m) ya se había estirado lo suficiente como para poder rodar con bastante tranquilidad.
Tal y como nos habían indicado en el email enviado por la organización, el mayor premio de esta marcha serían las vistas, así que dedicamos unos minutos para disfrutar de las vistas que se aprecian desde ese alto.
Después de 3 temporadas sin andar y con un entrenamiento de unos 5 meses Josu no estaba en su punto óptimo de forma, por lo que el objetivo era que llegara lo más lejos posible, así que intentamos mantener una media de 11km/h, para garantizar que llegásemos a tiempo a los cortes sin reventar por el camino.
Lo bueno que tiene Josu es que es un tío muy técnico bajando, así que lo que perdía en las subidas, lo ganaba con creces en las bajadas, donde al contrario, yo he perdido un montón.
Debido a la Esclerosis Múltiple, mis ojos no funcionan todo lo bien que deberían y los reflejos los tengo cada vez más mermados, así que debo extremar la precaución para no acabar en una acequia.
Piano piano, y al ritmo programado llegamos al alto de Dima (199m), más concretamente al aeródromo de Zumeltza, donde encontramos el primero de los avituallamientos líquidos.
Repusimos fuerzas e iniciamos una escalada de 500mD+ aproximadamente hasta llegar al Santuario de Urkiola.
El paraje hasta allí fue impresionante. Enormes árboles, cubiertos de musgo y una hierba verde intenso nos daban la sensación de estar en una postal de “Tourism in the Basque Country”.
El terreno cambiante de la Vuelta al Parque Natural de Urkiola supuso un duro examen para los cambios de las bicis, por lo que en el avituallamiento sólido situado en el alto de Urkiola (km28), tuve que pedir sopitas al mecánico de Gama Bicicletas, encargado de la asistencia mecánica durante la prueba.
Mientras reponía líquido y comía algo de fruta el chico de Gama me dejó la bici como nueva, por lo que pude proseguir sin ningún percance.
Al ser de Durango, Urkiola es una zona muy conocida para mí, por lo que era consciente del tremendo cuestorrón que venía acontinuación y entré en modo “ECO”.
El terreno poco técnico y la subida tendida jugó en contra de Josu, quién ya comenzaba a acusar los kilómetros y sobre todo el desnivel que habíamos acumulado, 906mD+ en 29km.
Después de alcanzar la base del Amboto (1331m), vinieron unos kilómetros de regalo para los amantes de los descensos hasta la base de Besaide (564m), una pequeña cumbre situada entre Amboto y Udalaitz en la cual se juntan las tres provincias que conforman la Comunidad Vasca: Gipuzkoa, Araba y Bizkaia.
El descenso no había sido nada fácil, a lo que había que sumar el barro y las raíces mojadas, pero la vuelta, no sería mucho mejor. Tocaba recuperar los casi 400mD+ que habíamos perdido bajando hasta ese significativo punto.
Josu, que ya llevaba un rato “tostadillo”, me dijo que no podía más y que estaba a puntito de la fiesta de los calambres, así que en el kilómetro 45 me dijo que se descolgaba.
Al haber llevado un ritmo sostenido de 11km/h, íbamos muy justos para el corte previsto a las 15:45 en la base del Albertia (868m), así que nos dimos la mano y cada uno continuó con su ritmo.
Esto es un punto muy importante cuando corremos junto a otra persona, el tener estas cosas habladas y sobre todo, organizadas. Ninguno nos enfadamos porque el otro quiera llevar otro ritmo. Al ir en el mismo coche, suelo llevar el “Surf Lock”, una especie de caja fuerte con candado y clave, donde guardo la llave del coche y dejo anclada en algún lugar escondido. De esta manera, si uno llega antes puede abrir el vehículo y coger las cosas para ducharse. Es un invento que descubrí en mi época surfera.
El camino que vino a continuación contrastaba totalmente con el paraje que habíamos tenido hasta ahora. Un camino abierto, yermo pero con una vista impresionante nos llevó hasta el Alto de Kruzeta (702m), donde pudimos reponer líquidos y avituallar un poco.
Después de la para da obligatoria en el balcón hice equipo con Igor un biker de la Sociedad Ciclista Langraiz. Ambos llevábamos el mismo ritmo, así que hicimos un buen tándem.
Sufrimos lo indecible con los enormes pozos de agua y barro de la zona del Embalse de Albina, pero con casi media hora de adelanto conseguimos llegar al corte previsto a las 15:45.
Igor tenía intenciones de pasar del Albertia y tirar directamente hacia Legutio, pero le lie un poco y para cuando se quiso dar cuenta ya habíamos terminado de escalar el monte alavés.
Después del sufrimiento, la familia de Araba Bike Mendi C.D. nos regaló un final de recorrido increíble. Un precioso descenso “artesanal”, muy bien peraltado, equilibrado y rápido que nos dejó a las puertas del mismo pueblo del que habíamos partido 7 horas atrás, Legutiano.
CONCLUSIONES
No tengo palabras para agradecer y dar la enhorabuena a todas esas locas e incombustibles personas queque se han liado la manta a la cabeza para hacernos un regalo así.
Una prueba exigente pero factible, a través de la cual he podido volver a visitar lugares importantes para mí y de obligado conocimiento para cualquier amante de la naturaleza.
Los avituallamientos estuvieron muy bien situados y surtidos, al igual que la mano experta del mecánico de Gama Bicicletas, que nos solucionó los problemas con gran diligencia a cantidad de bikers.
Destacar el hecho de tener cubos de basura separados para embases y orgánico, lo que faciltó el reciclaje de los residuos, aunque algún despistado todavía echara lo que no debe en el cubo incorrecto.
El marcaje, excepcional. Marcas de papel rosa fucsia muy bien colocadas que se veían perfectamente a distancia, además de los carteles explicativos en por lo que no tuvimos en ningún momento la sensación de estar perdidos ni de tener que andar buscándolas.
Destacar los carteles informativos en las zonas compliacas y de agradecer los dos de enhorabuena al final del rampón de hormigón en la llegada a Legutio.
La gente en los cruces, además de abundante, muy simpática. Pese al tiempo poco agradable y las horas que supone estar en un punto de control, siempre tenían alguna palabra de aliento y buen humor para los y las participantes.
Tal vez eché en falta más presencia en las bien señalizadas bajadas peligrosas, ya que en caso de accidente no siempre es posible llamar por teléfono para dar aviso.
No quisiera finalizar el artículo sin dar un saludo a esa gente de Nevasport, grupo con quien coincidimos en la anterior liada por el Parque Natural del Gorbea y que se dedican a hacer quedadas BTT por todo el Territorio Nacional.