El próximo 2 de septiembre, en la localidad riojana de Tirgo, se celebrará la 3ª Prueba MTB Hazla del Tirón. Me habían hablado tanto y tan bien sobre ella, que no he podido resistir la tentación de desmontarla para vosotros y vosotras.
La pequeña población de Tirgo se encuentra en el Parque Natural Montes Obarenses-San Zadornil y tienen el privilegio de disfrutar de uno de los parajes más bonitos para la práctica de la Mountain Bike.
Por ello, han decidido abrirnos sus puertas y ofrecernos la bonita prueba que discurre cercana al rio Tirón, de ahí lo de «Hazla del Tirón».
Con permiso de la organización, el pasado 23 de agosto nos acercamos a Tirgo para realizar el recorrido oficial y poder contaros nuestras impresiones.
Desde la plaza del pueblo y atravesando campos de viñedos, el track comienza con 10km de llano por parcelarias, lo que viene muy bien para ir calentando piernas, ya que las primeras cuestas no son demasiado relevantes, pero sí bastante rompepiernas.
Hasta el kilómetro 15, donde se encuentra el primer avituallamiento líquido y el cruce para «la corta», salvo una pequeña V cerrada, el camino no presenta mayor complicación.
En el kilómetro 19 el sendero se complica un poco y echar pie a tierra en alguna ocasión, no será mala idea.
Solventado el primer escoyo llegaremos al kilómetro 24, donde cogeremos lo que parece el cauce de un arroyo de invierno.
Envueltos por un denso tubo de vegetación, nos enfrentaremos a unos escalones de roca, los cuales se pasan con relativa facilidad, pero conviene extremar la precaución. Nadie quiere dar con el lomo en la piedra.
En el kilómetro 26 tendremos otro avituallamiento donde habrá sólido y líquido y después de unos bonitos senderos, en el kilómetro 32 aproximadamente, los de «la media», tendrán su desvío.
Los que sigáis por la larga, 4 kilómetros más adelante os enfrentaréis a «el pinar». Un descenso por un precioso pinar cerrado pero que tiene numerosos pasos en V bastante perretes. Es fácil engancharse y quedarse haciendo el balancín…hablo por experiencia.
Lo que viene a continuación es una gozada: senderos rápidos, pistas peraltadas, campo a través y todas esas cosas que nos molan tanto, pero en el kilómetro 40 llega el despiadado «Eliminador».
Alrededor del kilómetro 39 empezaréis a subir por una pista poco técnica y si miráis al frente, veréis una tremenda pala que recuerda a una montaña rusa.
El ascenso total es de un kilómetro largo y tiene un 12% de desnivel medio, pero el «Eliminador» es un muro de gravilla suelta que nos regala 100 metros con un desnivel del 24%.
Quienes no hemos sido dotados con «el Don», nos tocará subir esa mole a pinrel, ya que la rueda pierde tracción enseguida.
Por sendero bajaremos un poco para ir en busca del punto más alto de la prueba (921m), al cual accederemos pegados a la pared del peñasco de roca por un precioso sendero con bastante vegetación.
El ascenso termina en el kilómetro 46 y después de disfrutar de las vistas, tocará bajar.
El primer tramo de bajada se nos hizo algo complicado. Además de vertical, la tierra estaba muy suelta, así que hicimos los primeros metros a pie.
Solventado ese escoyo, rápidos senderos no demasiado técnicos pero si muy bonitos, nos ayudan a perder altura, volviendo a coger el mismo camino por el que habíamos venido.
Poco antes de llegar, nos desviaremos para acceder a Tirgo por la ribera del río Tirón y cruzarlo por una pasarela metálica utilizada por el ganado.
Durante el recorrido, atravesamos tramos que nos recordaban a otras pruebas como por ejemplo Tierra Estella Epic, Badaia Bike Marathon o incluso la Eusko Bike Challenge.
Al tocar ambas caras de los Montes Obarenses, la vegetación y el entorno varía muchísimo. Lo mismo estás por campos de viñedos, por pistas polvorientas o en medio del verde más intenso.