A caminar se aprende andando y a andar en bicicleta pedaleando, así que la manera más fácil y efectiva para hacernos a la Orbea Terra que me ha prestado Javi Godoy para hacer la Orbea Gran Fondo Vitoria-Gasteiz, es cascándonos una ruta que abarca 3/4 partes de la prueba.
Conocido es que los Hellbikers no somos amigos de las flacas ni las pruebas de carretera, de hecho cuando vamos a la Bilbao-Bilbao lo hacemos con la Mountain Bike para vacilar.
El problema es que me han comido tanto la cabeza con el tema de las pruebas de carretera, que al final han sembrado una incertidumbre que ha ido creciendo en mi interior hasta convertirse en curiosidad.
En mi vida deportiva, al no tener bici de carretera, ni presupuesto para hacerme con una, solamente tendré la oportunidad de correr una única prueba de este tipo, así que hemos buscado la más cañera y exigente del calendario, y nos hemos apuntado: La Orbea Gran Fondo Vitoria-Gasteiz.
Fijaos si ando pez en este tema, que me apunté a la prueba sin tener bici para hacerla.
Hablé con Campagnolo y se prestaron a montarme una bici para el evento, pero los meses pasaban y el cuadro no llegaba, así que a un mes de la prueba…seguía sin bici.
Valoré la idea de hacerla con la Orbea Oiz, pero hice un llamamiento desesperado en las redes sociales y Javi Godoy, el solucionador de problemas, salió en mi ayuda prestándome su Orbea Terra, la bici de Gravel de Orbea.
La bici es una talla M y, aunque me queda un pelín justa de talla, la ha adaptado para que pueda utilizarla sin mayor problema.
Teniendo la inscripción y la bici, únicamente me quedaba una cosa por hacer y era aprender a utilizarla y a andar en carretera, labor a la que se han prestado dos amables caballeros duchos en esto de las flacas, Dani2, o lo que es lo mismo, Dani y Dani.
Con unas nociones básicas y muy poca piedad nos cascamos una ruta de 140km y 2.400m de desnivel positivo acumulado, en el cual me quedó bastante claro de qué va esto de las “flacas” y la Orbea Gran Fondo.
Las sensaciones sobre la Orbea Terra han sido fantásticas. Muy cómoda, fácil de manejar y de una estabilidad asombrosa. Soy consciente de la polémica que hay sobre los frenos de disco en este tipo de bicis, pero a mí me han servido de mucho, facilitándome el siempre delicado tema de parar una bici de ruedas finas.
Siempre he dicho que la carretera no es para mí y, que una bici cuyo cuadro sea más ancho que la rueda no es de fiar, pero reconozco que estaba totalmente equivocado e incluso puedo entender porqué la gente se engancha tanto a esto de la carretera.