Es tradición que desde Pedales y Zapatillas presentaros un «Desmontando» de las pruebas que presentan una dificultad significativa, como es el caso de la Eusko Bike Challente entre otros, pero el terreno de juego de la Dolorosa BTT nos pilla bastante a desmano y nos va a ser imposible hacerlo.
Por suerte, Victor, miembro de la organización y responsable de las redes sociales de la Dolorosa BTT nos ha ido desmontando la prueba tramo a tramo.
Con su permiso, hemos hecho recopilación de todos los capítulos que nos ha ido ofreciendo y os los mostramos el correspondiente a cada una de las modalidades en un único documento.
La Dolorosa BTT se presenta en dos categorías oficiales, Maratón y Ultra Maratón. Nuestra intención es hacer la primera modalidad, así que comenzamos con el desmontando correspondiente a la Maratón.
Sin más dilación, os dejo con Victor:
Salimos de Isuerre con el alba de la mañana (entiendase 6am) todos los valientes de la ultra y de la maratón. 5 kms de bajada hasta el vecino pueblo de Lobera de Onsella y antes de llegar a este, 1 km de subida. Llegamos hasta la plaza, atravesamos sus bonitas calles de casas de piedra y bajamos una pronunciada cuesta de 500 metros cruzando riachuelo para comenzar la subida de 6km al primer puerto Cubilariello (Cara Norte). Lo más duro, pensar que quedan 200km por delante para la ultra o 100 para la maratón. Rampas duras en su inicio, piso con rodadas y escasa vegetación al principio con bojes y matorrales y a mitad de puerto se suaviza la pendiente y nos vamos adentrando en bosque de pinos y hayas hasta coronar.
Nervios y prisas son malos consejeros, no os contagiéis. La Dolorosa BTT pone a cada uno en su sitio, sólo es cuestión de kilómetros.
La bajada es rápida, corta y pedregosa y tras ésta, vienen 8km de falso llano picando para arriba con caminos anchos polvorientos entre pinares siguiendo el curso del Río Arba de Luesia que lo cruzamos en varias ocasiones por pasos cementados con escaso caudal. ¡Entramos en el Paisaje Protegido Sierra de Santo Domingo!
Llegamos al primer avituallamiento en el km 23 tras un pequeño repecho pedregoso en el Collado de Fayanás, cruce de caminos que volveremos a visitar más adelante en nuestra aventura.
Llegamos al primer avituallamiento, muchos paran, otros no; es el primero. Repostamos agua e isotónicos y comemos una barrita y pieza de fruta. Atrás quedaron el Valle de la Onsella (Bal D’Onsella) y el Valle del Arba de Luesia.
Nuestro próximo objetivo, llegar al siguiente avituallamiento y superar dos obstáculos; Os Tablaus y Portillo de la Osqueta; 30 kilómetros por delante y así, poco a poco, nos vamos marcando pequeñas metas que nos ayudarán a conquistar La Dolorosa BTT.
Recordaros a los valientes que terminasteis el año pasado la ultra, que este avituallamiento era el último, así que toda la vuelta se hace en sentido contrario a la edición anterior hasta llegar a Longás.
Emprendemos la marcha, Os Tablaus, es una zona de la Sierra de Santo Domingo, bella, inhóspita, perdida, alejada de la civilización, con un terreno rompe piernas que esconde 10km de sube y baja (Más sube que baja), lo que hace difícil de coger ritmo.
El terreno es camino roto con vegetación central y escasos árboles que nos den sombra, nos movemos por encima de los 1.000 metros pero como es pronto por la mañana, el sol no nos castigará mucho y si llueve, no tendremos cobijo salvo en los refugios que dejamos a la izquierda pero no llegamos a pasar por ellos, están indicados con letreros.
Tenemos la sensación de ir camino a ninguna parte, vemos huellas de lo que pueden ser corzos, jabalíes, zorros, tejones e incluso algún gato montés. Miramos al cielo y podemos ver buitres, milanos, águilas, cuervos y con un poco de suerte algún quebrantahuesos (especie muy protegida que anida y cria en esta sierra). Los pinos, chaparros (Robles) y chargueras (zarzas), abundan por aquí.
Impresionantes las formaciones rocosas de Peña Vaquero o Os Tablaus y los refugios que iremos pasando posteriormente, como el de Farrihuelo bien merecen una visita, pero mejor para otra ocasión.
Salimos de la Provincia de Zaragoza por un rato, para entrar en la Provincia de Huesca.
Llegamos al inicio del Portillo de la Osqueta, el remate final a toda la zona de sube y baja y sin mucho esfuerzo coronamos el puerto, corto, con algún repecho toca pelotas. Estamos a 1.300 metros, nos encontramos ante una muralla rocosa, de una belleza sobrecogedora, que nos dará paso a otro mundo a través de la “W” que se esculpe en mitad de la muralla.
Tras cruzar ésta, comienza un descenso por pista muy llevadero y rápido, de unos 9 kms y siempre teniendo a nuestra derecha la espectacular Fóz de Salinas, un cañón muy profundo con el pueblo abandonado de Salinas Viejo casi oculto en él.
El pueblo de Villalangua está muy cerca, pero no pasamos por ahí, nos desviamos a la izquierda en plena bajada y a la entrada de la Finca Pardina Ferrera, nos espera el segundo avituallamiento, km 54 y un cuarto de La Ultra en la buchaca o la mitad ya de la Maratón hecha.
Comemos fruta, barrita, frutos secos y alguna chocolatina. En este, paramos casi todos los mortales, excepto la media docena de extraterrestres que se han apuntado, que paran lo justo a rellenar líquidos y a seguir con sus “medias” de infarto, rondando los 20 km/h, o algo más. También están nuestros amigos de la DYA que son las ambulancias medicalizadas que cubren la prueba. Además hay varios todo terrenos de la DYA medicalizados que hemos visto en carrera y mecánicos móviles.
Próximo objetivo: Longás. 28km para llegar, tercer avituallamiento y cuarto puerto que está al caer: Cerro Fontanizas.
Reanudamos la marcha, entramos en la finca Pardina Ferrera, un bello lugar con vaquitas, prados, mariposas, riachuelos, caminos cuidados con buen firme…hemos entrado en el Reino de las Pardinas, caserones o caseríos muy antiguos muchos convertidos en refugios perdidos en el monte.
Este entorno idílico se convierte de pronto en unos rampones largos, lo que indica que estamos en Fontanizas, ¡bye bye vaquitas!
El primer kilómetro es duro, rectas largas dentro de bosque y luego se abre a una zona desolada, con barrancos que acojonan y terreno roto, rotísimo.
Nos encontramos a mitad de puerto con yeguas y caballos que pastan tranquilos y se suaviza la pendiente unos kilómetros con un pequeño descanso, preámbulo del último kilómetro duro.
Coronamos y aquí comienza una zona boscosa muy bonita con algunas zonas sombrías con rodadas y posiblemente barro, terreno divertido con bajadas, llanos…Hablamos con los compis y sin darnos cuenta estamos de nuevo en la provincia de Zaragoza. Bye Bye Huesca, we love you!!