El 2015 va para adelante y casi sin darnos cuenta, la primera gran cita del año ya ha llegado. La Bilbao-Bilbao se trata de una prueba de carretera, a la que solemos acudir con las mountain bikes y a través de sus 115 kilómetros, visitamos los lugares más representativos de Bilbao y alrededores.
La Bilbao-Bilbao surgió en 1988 como un acontecimiento cicloturista, donde tenía cabida todo tipo de ciclista y a día de hoy, esa filosofía se sigue manteniendo. Por ello se puede definir como un multitudinario homenaje al deporte del ciclismo, al cual «peregrinamos», año tras año, aficionados de todos los rincones, sin importar la modalidad que practiquemos.
Pese a haber disfrutado de una semana de buen tiempo, el 15 de marzo salió bastante torcido. Cuando cargamos las bicis a las 06:30 am en Vitoria-Gasteiz, nevaba y al llegar a Bilbao…granizaba. Aún así, ese domingo nos dimos cita 6313 amantes de la bicicleta.
Sobre las 7:45, después de perdernos por el Gran Bilbao, conseguimos aparcar cerca del Centro Comercial Zubiarte, donde daban los dorsales. Habíamos quedado allí con Javi y otros miembros de la iniciativa «EuskadienBTT«, pero las cosas se torcieron, por lo que no pudimos tomar la salida hasta las 8:30, 15 minutos después que ellos.
No sé si conocéis la dinámica, pero al ser una prueba con tanta afluencia de participantes, la salida es escalonada. La primera tanda sale a las 08:00am y la última a las 09:00. La hora intermedia está seccionada en salidas cada 15 minutos. La llegada está estipulada entre las 12:30 ya las 14:00, hora a la que empiezan a desmontar el chiringuito.
La salida la hicimos bajo un fuerte aguacero, que no nos consiguió amedrentar. Rodamos como el viento durante los primeros 60 kilómetros, disfrutando de monumentos tan representativos como por ejemplo El Puente colgante de Las Arenas o el Castillo de Butrón.
En esta primera parte subimos dos de los cinco puertos del trazado: Andraka (141m) y Unbe(232m). Sinceramente, estas subidas las hicimos sin enterarnos, ya que si las comparamos con los desniveles a los que estamos acostumbrados…quedan en mera anécdota.
Esta primera mitad es relativamente llana, por lo que se rueda bastante ligero. Irónicamente las ruedas gordas nos beneficiaron en un día en el que la boca se te llenaba de un granizo fino y las ruedas finas hacían a los ciclistas salirse en las curvas.
En 2 horas y 24 minutos llegamos al Parque Tecnológico de Zamudio (km 60), donde se suele situar el avituallamiento. Allí nos dieron una bolsa con un par de barritas y una manzana. Un poco más adelante pudimos tomar unas Coca Colas. El tiempo era realmente malo y hacía muchísimo frío, así que no nos recreamos demasiado en esa parada.
Al de poco de haber salido del avituallamiento, nos enfrentanos puerto de Artebakarra (137m), y volvimos a entrar en calor. La bajada fue una auténtica gozada. Dimos rienda suelta a ese puntito de ciclista asilvestrado que tenemos los BTT-ros, entrando en la localidad de Mungia como dos cohetes, de hecho Jorge estuvo a punto de viajar en el tiempo, como en regreso al futuro. Madre mía, que loco está!!
Sobre el kilómetro 80 iniciamos el ascenso del puerto Gerekiz (181m), algo bastante insignificante, salvo porque precede al temido puerto de Morga (330m). Individualmente no es gran cosa, pero si sumamos los 85 km que llevábamos encima a una media de 25km/h con las ruedotas de monte, digamos que se puede hacer un poco «cuesta arriba».
La subida del Morga tiene 10 kilómetros, donde asciendes desde los 36m de altitud hasta los 330, por lo que hay que tomárselo con calma y hacerlo con cabeza, ya que si lo das todo aquí…igual no llegas a meta. El tramo llano que va desde Galdakao hasta pasar Begoña, es terrible. En los dos años anteriores, he tenido que hacer uso de algún gel de cafeína o Redbull para poder engañar al cuerpo y exprimirlo un poco más.
Finalmente, cruzamos la meta a las 13:24, haciendo un tiempo de 4 horas y 54 minutos, paradas incluidas, es decir, los 15 minutos de Zamudio mas otras dos de unos 5 minutos para «cambiar el agua al canario».
Como conclusión, decir que este año he disfrutado mucho más que en las dos ediciones anteriores. No sé si es porque ha habido menos participantes que otros años o porque ya conocía la prueba, pero he disfrutado del recorrido como no lo había hecho antes.
Tal vez sea por el volumen de corredores o por el tipo de recorrido, pero comentándolo con mi incombustible compañero, hemos encontrado grandes similitudes entre esta carrera y la «Orbea Monegros«, eso sí, con la diferencia de que las bicis volvieron a casa más limpias de lo que salieron…jajaja.
Si os sirve de referencia los neumáticos que montamos para la prueba fueron:
- Orbea Occam: Maxxis Larsen TT 26×2.0«.*
- Specialized Camber: Ground Control, 29×2.1″* (delantera)//Geax Saguaro, 29×2.0″* (trasera).
*Presión 4.0 bar.
El track del recorrido podéis descargarlo en:
En la página web de la marcha, http://www.bilbaobilbao.com, encontrareis toda la información correspondiente a la prueba, al igual que fotos, videos, etc.
No quisiera terminar el artículo sin felicitar a la organización y a todas las personas voluntarias que hacen posible esta multitudinaria fiesta de la bicicleta.
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