Un año más y gracias al patrocinio de Iberobike Magazín y Orbea hemos podido tomar parte en la 8ª Euskadi Extrem 2016, prueba que surgió hace 8 años con el objetivo de enseñarnos los lugares más bonitos de Euskal Herria a golpe de pedal.
Durante su existencia la Euskadi Extrem ha ido evolucionando para irse adaptando al nuevo perfil de participante y sus necesidades. Desde su nacimiento y hasta la 5ª edición, la prueba constaba de dos etapas, pero debido al alto nivel de exigencia tanto físico como de infraestructura, el número de participantes era cada vez menor. Por eso, en su 6ª edición y hasta la actualidad, la Euskadi Extrem consta de una única etapa, lo cual se ha ganado las críticas de los más puristas, pero el creciente número de participantes que acudimos año tras año dicen lo contrario.
En la edición de este año y con el objetivo de garantizar las condiciones tanto climatológicas, como de luz, la Euskadi Extrem 2016 se ha reinventado nuevamente, adelantando la prueba de la tradicional fecha de septiembre a junio.
Esta medida también ha sido criticada, ya que se anunció un tanto tarde y a muchos incondicionales se les ha solapado con otras citas deportivas, como es el caso de la dolorosa, pero nuevamente las críticas no se han visto reflejadas en el número de participantes, siendo de 856 inscritos la cifra en esta 8ª edición de la Euskadi Extrem 2016.
A nosotros el cambio de fecha tampoco nos vino bien del todo, ya que tan solo nos ha dejado tan solo una semana para recuperarnos y estar listos en la Eusko Bike Challenge, pero nos lo tomamos como un desafío más.
Puedo decir, sin miedo a equivocarme, que todos los participantes acudimos con gran ilusión a lo que viene a ser una gran fiesta de la BTT. Pudimos volver a ver a viejos conocidos y amigos, como es Vicente Mansilla, incondicional de la Euskadi Extrem o a un gran número integrantes de Pro Evasion Bike, incondicionales de todas las pruebas en general y organizadores de la Badaia Bike Marathon.
Los detalles de la carrera podéis leerlos en el artículo que he preparado en Iberobike Magazín (Crónica de la 8ª Euskadi Extrem 2016), pero si comentar que el recorrido nos gustó bastante. Tal vez poco equilibrado, dejando mucho tomate para el final, frente a lo rápido que se pudo rodar por Sierra Badaia hasta La Puebla de Arganzón, pero es lo que cabe esperar de una prueba catalogada como Extrem.
Me hizo muchísima ilusión ver la cantidad de seguidores de Pedales y Zapatillas que os interesasteis por mi maltrecha lesión de espalda, gracias por el interés compis!!
La verdad es que voy carrera a carrera y hasta donde pueda llegar, ya que esto de la Seguridad Social va muy lento y hasta septiembre o así no tendré cita para la resonancia, pero donde el cuerpo no llega, lo hace la cabeza y os aseguro que la tengo muy, muy, muy dura.
Siendo consciente de la lesión que me tiene las piernas totalmente dormidas, no arriesgo en las palas, por lo que cuando noto el mucho hormigueo, me bajo y camino. No es el ideal, pero es lo que hay. Ser consciente de mi situación, posibilidades y gestionar correctamente mis recursos, me permitió finalizar la prueba en 7h 55m, siendo el 418º en la clasificación general.
Se volvió a echar de menos a mi incondicional “Jorgito”, pero el carro de lesiones y futuras operaciones le van a mantener apartado de la bici una buena temporada. Por suerte mi nuevo acompañante, Josu, ha resultado ser toda una revelación y un compañero excelente, con el cual espero podamos completar muchas pruebas presentes y futuras.
En estas tres ediciones de una única etapa, la Euskadi Extrem nos ha llevado por tierras alavesas, demostrando que vivimos en un auténtico paraíso para la práctica de la bicicleta de montaña, pero todavía hay muchos rincones por descubrir, los cuales espero se animen a mostrarnos en próximas ediciones. Cómo sugerencia voy a decir cuatro palabras por si sirve de inspiración a los organizadores: Elgea, Entzia, Urbasa y Andia.
Desde Pedales y Zapatillas queremos dar las gracias a la organización de la Euskadi Extrem 2016, al montón de voluntarios y voluntarias que nos echaron una mano el día de la prueba y a todo el mundo que se detuvo unos segundos para darme un saludo y demostrarme cuanta gente está detrás de la pantalla leyendo este humilde blog.